¡Que carga tan pesada es extrañar!
No me lo van a creer, pero esto es un trabajo que tuve que hacer, me gustó y quiero compartirlo.
Siempre
he pensado que soy una mujer feliz, incluso cuando no logro conciliar el sueño
por alguna preocupación me reconforta el hecho de pensar que tengo una hermosa familia
que me ama y que amo, y para mí en eso consiste la felicidad, en ser amado y
amar, en llegar a casa y que mamá me reciba con un plato de comida hecho con
amor con alguna cosa que me guste, eso mejora cualquier mal día, o que llegue
mi papá y con un abrazo y un beso me de la seguridad y la protección que tanto
necesito, y hasta mi hermana, con la que discuto a ratos pero a los dos minutos
estamos bien, es más, hasta cuando discutimos siento que la amo. Y si pienso en
lo que me trunca ser feliz, la respuesta la encuentro en los momentos en que me
siento triste, en esos instantes de melancolía puedo decir que no soy tan feliz
como siempre, y esos son un flashback que hace mi memoria con los
muchos recuerdos buenos y bonitos que tengo de mis dos personas favoritas en el
mundo que hoy no están aquí a mi lado sino mirándome desde el cielo; Mi abuelo
Sammy, el abuelo más consentidor, y mi tío Omar, el mejor de todos.
Cuando
pienso en algún momento junto a ellos sonrío, pero ese recuerdo me lleva al momento
en que se fueron para no volver y entonces me siento aún más triste, porque
creo firmemente que conocí la palabra dolor de frente cuando empecé a
extrañarlos y deseé un abrazo de ellos pero ellos ya no estaban para dármelo,
ése dolor, es el peor de todos y es lo que me trunca ser feliz, el
problema es que no hay un solo día que pase y ellos no visiten mi cabeza aunque
sea un momento, aunque sea un segundo, un segundo que se convierte en algo
triste, tan triste que me lleva a lo ya mencionado; extrañarlos, y sí, la
verdad es que extrañar es una carga muy pesada, tan pesada que no conozco a la
primera persona capaz de soportar la ausencia de alguien siendo feliz y
extrañándolo a la vez
Y si usted me pregunta que cómo puedo
lograr superar esto la verdad no le tengo la respuesta, pero le aseguro que
cada que sueño con ellos despierto triste y a la vez feliz, es más, a veces
prefiero aferrarme a lo bonito para no sentirme mal o estar mal, porque me
encanta la idea de que ellos estén desde arriba cuidándome y que de vez en
cuando bajen a mirarme reír y no a verme llorar. Por eso, este escrito sobre la
felicidad es para ellos, para mis dos ángeles que a pesar de que me truncan por
momentos, a propósito, la palabra no es la ideal en este caso porque en vez de
frenarme me dan alas, me dejaron los mejores recuerdos, porque eso sí, no tengo
ni uno solo malo, y si algo me falta para sentirme más libre es aferrarme a la
idea de que se fueron de viaje, sin maletas y libres como el viento, y allí, en
el lugar más bonito de todos me tienen un lugar y en algún momento llegaré a
estar con ellos y entonces dejaré de sentirme triste y mi carga no será
extrañar.
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