No cambia nada, como tú en mi memoria



Ya casi son cuatro años, ¡CUATRO! pienso en los años y la cifra no se me hace grande, pienso en los meses y mi corazón tambalea, pienso en los días y a pesar de sentirme más triste, me siento fuerte, claro, la vida siguió, la de todos, la de quienes estuvieron al incio y hoy no hay ni el rastro como los que estuvimos siempre y con el pasar de los días y de los años -lo más duro- sentimos más tu vacío.

No puedo negarte que muchas veces sentí rabia, rabia de que hubieras sido tú y no otros.
Es normal que piense en ti, en los recuerdos, en tu rostro, en tu voz, en tus palabras de aliento y llenas de amor y buena energía, pero situaciones resientes me han impulsado a pensar más, más que de costumbre, quizá empezaste a dolerme más que al inicio, aunque suene extraño sé que entiendes, no es fácil enfrentarte a la realidad, ver cómo la memoria te juega en dirección opuesta para engañar a tu corazón y que no sufra, y hablo de que a ratos prefiero pensar que estas de viaje y no que te has ido para siempre, pero la realidad es otra. Son -casi- cuatro años en los que no te he visto sino en fotos, en los que tu voz la he escuchado al cerrar los ojos porque sigue grabada en mi memoria, cuatro años en los que al dormir me aferro a uno de esos abrazos que quise que fueran eternos pero la eternidad no existe.

Por un millón de sentimientos más que me despiertas -sé que no solo a mi- es que te escribo, te sueño, te pienso, te anhelo y extraño, aunque suene extraño. A continuación algo que te escribí meses después de irte, y sabes? nada de lo que sentí en ese momento y que siento ahora ha cambiado, ni siquiera una coma, y menos el punto aparte.


No quiero sentarme y pensar en lo que pasaría si te tuviera aquí, porque entonces no puedo evitar que lágrima tras lágrima brote por mis mejillas, y para serte sincera no quiero hacerlo, no cuando algo en mí me dice que me observas y me consientes aunque yo no te vea ni te sienta... Es increíble la magnitud de dolor y vacío que siento desde que no estas, es como ese vacío que sabes que no puedes llenar con NADA, porque NADA es suficiente cuando se trata de tu recuerdo y de ti.

Hoy, es otro mes que tengo en cuenta, y a decir verdad el número es el que me atormenta; mes tras mes, no porque sea feo sino porque me devuelve a ése día que por momentos quisiera que no hubiese sucedido, no por capricho, sino más bien porque hubiera amado compartir más contigo y que en algún momento al mirarte a los ojos ver cómo se te desborde el orgullo por mi, son cosas que ya no serán pero me basta con saber que aún en estos momentos estas aquí y que desde allá arribota me verás grande, tan grande como siempre quisiste, tan exitosa como siempre pensaste.

A veces no me basta con aferrarme a ese "tu no eras de este mundo", a veces no es suficiente el recordar el tiempo que compartí contigo, a veces no me basta con recordar las risas, los juegos, los abrazos y cada uno de los maravillosos e inolvidables recuerdos que tengo contigo... A veces quisiera muchas cosas, yo siempre quiero cosas imposibles, sólo que ésta que quiero con toda el alma es la más imposible de las imposibles ¿Me entiendes? Yo sé que si.

Confío que estás a mi lado y vas leyendo lo que escribo, porque el cielo no tiene correo, ni internet, es más dudo mucho que haya un computador, pero aún así esta es una de mis maneras locas y coherentes a la vez, de desahogarme.

Te amo con todo mi corazón.

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